El individuo está inconscientemente condicionado por una serie de hábitos en su mayor parte descabellados o absurdos. Pero sin esas rutinas diarias éste se encuentra desorientado; tomar café después de comer, lavarse los dientes, hacer la cama, pintarse las uñas…bajo la excusa de alimentación, limpieza, higiene, decoro o coquetería se resguardan estas manías que son el nexo de unión de los aspectos verdaderamente transcendentales.
¿Cuáles son estos? Aquí es donde surge el dilema. Lo único que es sacramental es el hecho de que la memoria hace inventario de todos.
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