Cuentos cortos 5º:
Érase una vez una niña muy pequeña, sin embargo muy activa. Siempre quería ayudar, colaborar y su mayor afición era arreglar todo aquello que se rompiera con la inestimable ayuda de su pistola termofusible de silicona. Un día se apenó mucho porque se le acabó la carga de la pistola pero pronto se dió cuenta que había muchas más herramientas para solucionar los problemas; aunque ella perjuró que nunca se olvidaría de su herramienta favorita.
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