Dime tu recuerdo y te diré quién eres
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DIME TU RECUERDO Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
Instalación. Fotografias, cartas y vídeo 6' 50''
2011

Dime tu recuerdo y te diré quién eres Dime tu recuerdo y te diré quién eres

La pieza busca el recuerdo analógico, aquel que no se base en la tecnología para su recuperación como en el caso anterior sino que se haga visible mediante la transmisión, en este caso escrita, del mismo. El acto reflexivo de evocación de cualquier cosa, evento o sentimiento encarna una dualidad; por una parte es completamente íntimo, pero por otra, suele transmitirse de manera voluntaria y consciente. Los recuerdos sólo cobran sentido cuando son socializados, cuando se comparten y construyen un relato.

Convoqué al público en general que deseara participar en una obra de recopilación de recuerdos. La característica común de todos ellos es que cada uno elegió el que quiso, su opción era completamente libre. De este modo pudiera que fueran reales o ficticios, quedó abierto para que tanto el emisor como el futuro receptor/espectador tuviera un amplio abanico de posibles interpretaciones. La importancia en este caso, es el hecho de rememorar de manera individual para luego relacionarse con otros recuerdos aislados pero que juntos forman un discurso, un hilo narrativo.

Consistió por tanto en el envío de un recuerdo junto con una foto de carnet. ¿Por qué una foto de carnet? Porque es de los pocos medios tecnológicos que hay hoy en día en el que no puedes controlar el resultado de la imagen. Pero la verdadera importancia radica en que ese retrato es capturado bajo la premisa de la renovación de identidad, es nuestra carta de presentación para identificarnos antes los demás de manera simple y “objetiva”, adaptados a una estandarización. Resultando fría y lejana, quizá tanto que de hecho pocos son los que se reconocen ante esta instantánea. A través de mi web personal albarinconmanjon.blogspot.com y de mis perfiles en diferentes redes sociales expliqué la obra con el fin de que aquellos que quisieran participar puedieran hacerlo. Sólo tuvieron que enviarme su dirección postal y se les envió una carta con los requerimientos para participar. Una vez tuvieran los documentos me los deberían enviar a mi domicilio. De este modo me serví de las tecnologías y las relaciones 2.0. para poner en marcha el proyecto pero con fin “analógico”.

Al exponerlos y relacionarlos, los recuerdos forman un gran archivo dialogando entre ellos y con el espectador que los lea. Aunque la verdadera carga de la obra recae sobre el propio proceso de elaboración del proyecto más que en el soporte final de exposición. La pieza está integrada por 54 recuerdos.

Con el objetivo de enfatizar el proceso junto a la obra, se presenta un vídeo que recopila la lectura de todas las cartas recibidas además de ser el mejor ejemplo de comprensión de ellas, reflejándose sus emociones en la expresividad facial. Sin querer, abordamos aquello que denominó Brea como capitalismo cultural. Aquel en el que las emociones son un bien de consumo y estas se han valido de las nuevas tecnologías como estrategias para un mayor alcance y difusión. La era del 2.0. nos invade en nuestra vida diaria: video blogs, tutoriales...,en definitiva, experiencias y conocimientos que se transmiten de unos a otros usuarios.

Asi pues, además de servir como documentación supone una contraprestación a todos aquellos/as que participaron e hicieron posible este mural de recuerdos “analógicos”.


The piece looks for the analogical memory, this one that is not based on technology to its recovery as in the previous case but it’s made visible through transference, in this case, written transference. The reflective act of evocation of something, an event or a feeling embodies a duality, on one hand is absolutely private; but on the other it is usually transmitted voluntarily and consciously. Memories just acquire significance when they are socialized, when they are shared and they construct a story.

I called the general public that they would like taking part in a work of compilation of memories. The common feature in all of them is that everyone could choose his own memory, the choice was completely free. This way, they could be real or fictitious; it remained open to offer both, the writer and the receiver a wide range of possible interpretations.

The most important in this case, is the fact of remember individually and afterwards be connected with other isolated memories that all together make a single discourse.

So the work was created from the sending of a memory together with an identification card photograph. Why the photograph that appears in the Identification Card? Because is one of the few technological media in which we can’t control the result of the image. But the real importance is that photograph taken under the premise of renewal of identity, it is our letter of introduction to identify ourselves before the others in a simple and objective way, adapted to a standardization. It is so cold and distant that only a few people could see themselves in this snapshot.

Through my personal web site albarinconmanjon.blogspot.com and my profiles in different social networks I explained my work inviting people to collaborate. They just had to send me their addresses and I sent them back a letter with the requirements to participate. Once they would have the documents they would send them to my home. This way, I made use of new technologies and 2.0 connections to develop the project but with an “analogical end”.

This way, the memories, exposed and related, constitute a great archive, talking to each other and to the audience that is reading them. Although the most important element of the work is the development process in itself, even more than the final medium in which is exposed.A number of 54 memories make up the piece.

With the intention of emphasizing the process together with the work, I present a video that captures the reading of all the letters, as the better example of comprehension of them, showing their emotions in facial expressions. Accidentally, we deal with what Brea called cultural capitalism. That one in which emotions are consumer goods and they have made use of new technologies to achieve a larger widespread. The 2.0 era invades our daily life: video blogs, tutorials… in short, experiences and knowledge that are transmitted among users. So, this video, apart from being a document, it is a consideration for those who took part in this project and made possible this mural of “analogical” memories.

Alba Rincón Manjón 2013 / Todos los derechos reservados